Quiero verte como el sol cada día te busca,
que en mis ojos brillen 
los prados, suenen los trinos,
bruñir cada noche mi cuerpo cuando me 
miras,
contemplar que el mundo sin tu sombra se confunde,
pierde 
el camino.
Quiero olerte segada hierba, pan recién hecho
de 
magias, misterios, moradas que maravillas,
ser el viento que exhausto
 con tu aroma te nombra,
respirar el mundo que sin tu esencia se 
opaca,
se vuelve arcilla.
Quiero tocarte como no halla final 
un río,
hundirme en tu mar que acuna en su nana tesoros,
ser el 
musgo en todas las piedras de tu memoria,
notar que el mundo sin tu 
latido se entristece,
está más solo.
Quiero saborearte como al
 dulce infinito,
lamer mis labios de azul siempre que te recuerde,
ser
 el paladar de oro que donde estés se encienda,
degustar el mundo que
 sin tu sal se hace nada,
está más verde.
Quiero escucharte 
como espera el bosque la lluvia,
como a tus pasos despiertan a veces 
los muertos,
ser nido donde duerme tu voz sin horizonte,
oír que 
el mundo sin tu música se hace mudo,
es menos cierto.

0 Han dicho:
Publicar un comentario